Los que formamos parte de Aral ITS comenzamos un proyecto ilusionante con el objetivo de ofrecerles contenidos útiles, veraces e independientes para ayudar a nuestras empresas en la excitante aventura de la conquista de mercados exteriores.

Aprovechamos nuestro primer post, además, para darles la bienvenida a nuestro blog.

¿Cuál es el grado de internacionalización de la economía española?

No hace falta que digamos que la crisis económica y financiera de la que parece que estamos saliendo ha golpeado duramente a empresas y trabajadores, provocando un impacto terrible en la economía española.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en el período de máximo impacto de la crisis, entre 2007 y 2012, en España se cerraron unas 400.000 empresas. Si tenemos en cuenta que el tejido empresarial español está formado por cerca de 3,5 millones de empresas, esta pérdida supone más del 10% del total, con la destrucción masiva de empleo que esto implica.

El resto de la historia ya es conocida: estancamiento del consumo interno, impagos, quiebras… En definitiva, crisis en el sentido estricto de la palabra.

Otro de  los aspectos que caracteriza al parque empresarial español es su tamaño. De acuerdo con datos de Eurostat, el 93,8% del tejido empresarial español está formado por microempresas (de 1 a 9 empleados), un 5,4% por pequeñas empresas (de 10 a 50 empleados) , un 0,8% por medianas empresas (51 a 150 empleados) y sólo un 0,1% de ellas son grandes empresas con más de 150 empleados.

Si comparamos estas cifras con Alemania, la eterna referencia europea, observamos que la suma de sus empresas pequeñas y medianas casi triplica a las españolas: 83,2% (microempresas), 13,7% (pequeñas), 2,6% (medianas) y 0,5% (grandes).

La economía alemana está muy abierta a los mercados internacionales, no en vano, su sector exterior representa casi el 40% del PIB. En España esto supone poco más del 23%  de la economía.

¿El tamaño importa cuando hablamos de exportación?

Sin entrar en analizar conceptos como el Valor Añadido Exportado, podemos afirmar que el tamaño de las empresas es una variable crítica que favorece la internacionalización de una economía.

De acuerdo con los datos del ICEX, al cierre del ejercicio 2014:

  • Aunque el número de empresas que se han internacionalizado ha aumentado un 40% en los últimos ocho años, sólo un 5% de las empresas tiene actividad exterior. Esto es, de los 3,1 millones de empresas registradas, solo unas 147.700 tienen actividad internacional.
  • Del total de empresas internacionalizadas, solo unas 45.000 tienen una actividad exportadora regular o sostenida en el tiempo, lo que representa poco más del 1% de nuestro parque empresarial.
  • Respecto a volúmenes y destinos, podemos afirmar que nuestras exportaciones están muy concentradas y poco diversificadas. La mayoría de nuestra actividad internacional se centra en países europeos, que copan el 70% del valor de las exportaciones. Además, el núcleo duro de las empresas exportadoras está formado por muy pocos actores: el 20% de las empresas que más exportan realizan casi el 99% de las exportaciones.

Llegados a este punto, la clave no está en las empresas que se han internacionalizado, sino en aquellas que mantienen una actividad exportadora regular. Y ese es, de momento, un club selecto formado por apenas 50.000 empresas. Una cifra que se ha convertido en una barrera difícil de franquear, según se puede ver analizando los datos de la actividad internacional de las empresas españolas en los últimos años.

Esa cifra recoge el saldo entre las empresas que han iniciado su actividad internacional y la mantienen, y aquellas que se han visto obligadas a abandonarla.

De acuerdo con los datos del ICEX, en 2014 se lanzaron a la aventura internacional cerca de 73.000 empresas, pero fueron 76.000 las que abandonaron su actividad exterior. Eso deja un saldo negativo de 3.000 empresas.

¿Qué podemos hacer para mejorar la competitividad de nuestra economía?

Una de las opciones sería tratar de aumentar el tamaño medio de las empresas que forma parte de nuestro tejido empresarial y fortalecerlas para conseguir una potente  base exportadora regular que genere empleo y riqueza para el país.

En este blog trataremos de ir desgranando las claves para que nuestras empresas consigan dar ese salto internacional tan buscado. Nuestro objetivo será mostrar el camino para descubrir nuevos mercados, atacarlos y posicionarse en ellos.

Para ello os ayudaremos a identificar las herramientas más innovadoras para mejorar la competitividad exterior.

Entre otras, analizaremos las aplicaciones que tiene el marketing digital en el comercio internacional, haciendo hincapié en el Inbound Marketing, herramienta muy útil para logar un posicionamiento de marca global a través de la creación de contenidos. No nos olvidaremos de aspectos como la calidad y la estándarización internacional o la gamificación, siempre con el mismo fin: la internacionalización como fuente de crecimiento.

Créditos fotográficos: http://www.freedigitalphotos.net/

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